Amistades y Pedicures / Friends and Pedicures

ENGLISH VERSION BELOW

Pic by Pink Sherbet Photography

El pasado catorce de febrero, el esposo de una de mis amigas le obsequió como regalo de Dia de San Valentin, un pedicure, y como ella no queria ir solita pues se puso a llamar a toda la banda a ver quien de todas nosotras queriamos ir con ella. Yo tenía 4 canastas llenas de ropa para doblar, dos mas con ropa sucia listas para lavar, cien platos en el fregadero, pendientes que escribir para mi blog, no tenia leche, ni huevos, ni carne, asi que urgía que fuera de compras, etc.

Asi que, aunque quería ir, todos mis deberes me gritaban ¡No vayas! finalmente, mi esposo lindo, hermoso, chulo, me dijo, "ve, ve, te sentirás con mas energía para hacer lo que tienes que hacer después de que te des una consentida de pies. Yo me quedo con los ninos," así que me apunté.

No recuerdo cuando fue la última vez que me hice un pedicure, creo que fue hace tres años cuando una de mis amigas estaba embarazada y en lugar de baby shower una señorita vino a hacer los pedicures de todas, nos la pasamos muy bien. Pero, el pedicure que nos dimos el día del amor y la amistad no se compara con aquel, p-a-r-a n-a-d-a.

Permíteme hacer una pausa aquí para decirte que mis amigas (al final cuatro nos animamos) y yo estabamos mas que emocionadas por tener este tiempo para nosotras, por lo que cuando llegamos al salón de belleza y lo vimos cerrado con todo y cadena y candado dijimos "NOOOOOOOOOO!" En la puerta había una nota que decia "Debido a la celebración del Ano Nuevo Asiático, estaremos cerrados hoy". Después de leer esto nos dirigimos a otro salón para encontrarnos con el mismo mensaje!! En ese momento comenzamos a ver nuestras opciones, ¿ir a tomar un café? ¿regresar a nuestras casas?... decidimos comprar un café para llevar e irnos a buscar otro salón. Yo, mas de una vez les dije a mis amigas, " a buscar un salón de belleza de latinas, seguro que esta abierto y quiza hasta tengan pachanga..."

Finalmente, encontramos uno abierto y disfrutamos ¡ el pedicure mas lujoso que haya tenido en mi vida! El salón de belleza tenía toda una hilera de sillones de piel, pero no eran simples sillones, ¡no! ¡eran sillones con masaje incluido!! ¡ay Dios Mio! pedicure y masaje, dos por uno, ¿se imaginan?

Masaje en mi espalda, mis pies calientitos en una tina con agua burbujeante, mis tres amigas a un lado, un café en mi mano y 20 revistas para leer todos los chismes... esto sí que es vida. Lo voy a hacer de nuevo, para ayer!!

ENGLISH

On Valentine’s Day my friend’s husband gave her a pedicure, but she didn’t wanted to go by herself, so she was calling to see if anyone wanted to go with her. I had 4 baskets full of clean clothes to fold, two more with dirty clothes to wash, a hundred dishes in the sink, a couple post to write, and I didn’t have eggs, milk, or meat, so I still needed to go to the supermarket.

I kept thinking, “should I stay or should I go…,” finally, my husband said to me, “Go, go! You will feel better after the pampering, I’ll stay with the kids.” So I went.

I can’t remember the last time I got a pedicure, three years ago maybe, a friend was pregnant and we decided to have a pedicure baby shower, or something like that, and we all got together and a girl came to do them. It was fun. But that didn’t compare with this one, ¡no señor!

Let me pause to tell you that after my friends and I (we were four in the end) got all excited about having our pedicures, we almost passed out when we arrived at the salon to find it closed with a chain on the door!! A note said, “Due to Asian New Year’s celebration, we are closed.” We all moaned, “NOOOOOOOOOOO!” We drove to another salon, only to find the same note!! At that point we were weighing our options, should we just get a Starbucks and chat? Or give up and go home? We decided to get coffee and look for another salon. I kept telling my friends, “We have to find a Latina salon, I’m sure it will be open, and maybe there will be a party…”

Finally, we found an open salon and I enjoyed the most luxurious pedicure I had ever had in my life! The salon had leather, massage chairs, ay Dios Mío, massage and pedicure, dos por uno, wow!

My back massaged, my feet warmed in a whirlpool, three close friends beside me, a mocha in my hand, and 20 magazines from which to skim all the gossip: It was a real treat. I’ll do it again, sooner.